jueves, 11 de noviembre de 2010

Mundo Legendario (Sergio Fernández)

Mundo Legendario:

       Este mundo pertenece, inicialmente, a la tradición oral y anónima. En algunos casos se basa en hechos históricos; en otros, es producto de la fabulación popular en que es posible advertir rasgos fantásticos o maravillosos, pretenden sacar misterio en las personas. El protagonista puede ser un personaje, un espacio misterioso o un acontecimiento.






Ejemplo:

Los dioses de la luz (Leyenda Mapuche)

        Antes de que los Mapuches descubrieran cómo hacer el fuego, vivían en grutas de la montaña a las que llamaban "casas de piedra".
    Temerosos de las erupciones volcánicas y de los cataclismos, sus dioses y sus demonios eran luminosos. Entre estos, el poderoso Cheruve. Cuando se enojaba, llovían piedras y ríos de lava. A veces el Cheruve caía del cielo en forma de aerolito.
    Los Mapuches creían que sus antepasados revivían en la bóveda del cielo nocturno. Cada estrella era un antiguo abuelo iluminado que cazaba avestruces entre las galaxias.
    El Sol y la Luna daban vida a la Tierra como dioses buenos. Los llamaban Padre y Madre. Cada vez que salía el Sol, los saludaban. La Luna, al parecer cada veintiocho días, dividía el tiempo en meses.
    Al no tener fuego, porque no sabían encenderlo, devoraban crudos sus alimentos; para abrigarse en tiempo frío, se apiñaban en las noches con sus animales, perros salvajes y llamas que habían domesticado.
    Tenían horror a la oscuridad, era sigo de enfermedad y muerte. Se imaginaban cosas terribles.
    En una de esas grutas vivía una familia: Caleu, el padre, Mallén, la madre y Licán, la hijita.
    Una noche, Caleu se atrevió a mirar el cielo de sus antepasados y vio un signo nuevo, extraño, en el poniente: una enorme estrella con una cabellera dorada.
    Preocupado, no dijo nada a su mujer y tampoco a los indios que vivían en las grutas cercanas.
    Aquella luz celestial se parecía a la de los volcanes, ¿traería desgracias?, ¿quemaría los bosques?. Aunque Caleu guardó silencio, no tardaron en verla los demás indios. Hicieron reuniones para discutir qué podría significar el hermosos signo del cielo. Decidieron vigilar por turno junto a sus grutas.
    El verano estaba llegando a su fin y las mujeres subieron una mañana muy temprano a buscar frutos de los bosques para tener comida en el tiempo frío.
    Mallén y su hijita Licán treparon también a la montaña.
    -Traeremos piñones dorados y avellanas rojas -dijo Mallén.
    -Traeremos raíces y pepinos del copihue -agregó Licán
    La niña acompaño otras veces a su madre en estas excursiones y se sentía feliz.
    -Vuelvan antes de que caiga la noche -les advirtió Caleu.
    -Si nos sorprende la noche, nos refugiaremos en una gruta que hay allá arriba, en los bosques -lo tranquilizó Mallén.
    Las mujeres llevaban canastos tejidos con enredaderas. Parecía una procesión de choroyes, conversando y riendo todo el camino.
    Allá arriba había gigantescas araucarias que dejaban caer lluvias de piñones. Y los avellanos lucían sus frutas redondas, pequeñas, rojas unas, color violeta y negras otras, según iban madurando.
    No supieron cómo pasaron las horas. El Sol empezó a bajar y cuando se dieron cuenta, estaba por ocultarse. Asustadas, las mujeres se echaron los canastos a la espalda y tomaron a sus niños de la mano.

    -¡Bajemos, bajemos! -se gritaban unas a otras.
    -No tendremos tiempo. Nos pillará la noche y en la oscuridad nos perderemos para siempre -advirtió Mallén.
    -¿Qué haremos entonces? -dijo la abuela Collalla, que no por ser la más vieja, era la más valiente.
    -Yo sé donde hay una gruta por aquí cerca, no tenga miedo, abuela -dijo Mallén.
    Guió a las mujeres con sus niños por un sendero rocoso. Sin embargo, al llegar a la gruta, ya era de noche. Vieron en el cielo del poniente la gran estrella con su cola dorada.
    La abuela Collalla se asustó mucho. -Esa estrella nos trae un mensaje de nuestros antepasados que viven en la bóveda del cielo -exclamó.
    Licán se aferró a las faldas de su madre y lo mismo hicieron los demás niños.
    -Vamos, entremos a la gruta y dormiremos bien juntas para que se nos pase el miedo -dijo Mallén.
    -Eso sería lo mejor, murmuró Collalla, temblorosa.
    Ella conocía viejas historias, había visto reventarse volcanes, derrumbarse montañas, inundaciones, incendios de bosques enteros.
    No bien entraron a la gruta, un profundo ruido subterráneo las hizo abrazarse invocando al Sol y la Luna, sus espíritus protectores.
    Al ruido siguió un espantoso temblor que hizo caer cascajos del techo de la gruta. El grupo se arrinconó, aterrorizado.
    Cuando pasó el terremoto, la montaña siguió estremeciéndose como el cuerpo de un animal nervioso.
    Las mujeres palparon a sus hijos. Nadie estaba herido. Respiraron un poco y miraron hacia las boca blanquecina de la gruta: por delante de ella cayó una lluvia de piedras que al chocar echaban chispas.
    -¡Miren! -gritó Collalla. ¡Piedras de luz! Nuestros antepasados nos mandan este regalo.
    Cómo luciérnagas de un instante, las piedras rodaron cerro abajo y con sus chispas encendieron un enorme coihue seco que se erguía al fondo de una quebrada.
    El fuego iluminó la noche y las mujeres se tranquilizaron al ver la luz.
    -La estrella con su espíritu protector mandó el fuego para que no tengamos miedo -dijo la abuela Collalla riendo.
    Niños y mujeres también rieron, aplaudiendo el fuego.
    El grupo silencioso contempló las llamas como si fuera el mismo Padre Sol que hubiera venido a acompañarlas.
    Se sentaron junto a la gruta, oyendo crepitar las llamas como música desconocida.
    Al rato, llegaron los hombres desafiando las tinieblas por buscar a sus niños y mujeres.
    Caleu se acercó al incendio y cogió una llama ardiente; los otros lo imitaron y una procesión centelleante bajó de los cerros hasta sus casas.
    Por el camino iban encendiendo otras ramas para guiarse.
    Al otro día, oyendo el relato de las piedras que lanzaban chispas, los indios subieron a recogerlas y al frotarlas junto a ramas secas, lograron encender pequeñas fogatas. 
  
    Habían descubierto el pedernal. Habían descubierto cómo hacer el fuego.

    Desde entonces, los Mapuches tuvieron fuego para alumbrar sus noches, calentarse y cocer sus alimentos.

Fuente: http://www.redchilena.com/Leyendas/losdiosesdelaluz.asp







Creación:

El hombre lobo
          
            Cuenta la leyenda que hace muchos años una pareja quería comenzar a formar una familia por lo cual se estaban preparando ya que quería tener un hijo lo cual la pareja  trato de conseguirlo, intentaron muchas veces pero entre ambos había una crisis muy especial por lo cual se dirigieron donde un medico para poder solucionar este problema. El medico les dijo que les  era imposible tener hijos por lo cual la mujer se frustró pero el hombre la aconsejo y le dio todo su apoyo para seguir tratando de conseguir un bebé. Utilizaron muchos tratamientos, medicinas, doctores, etc ; pero un día de dirigieron donde una bruja que les ofrecía solo una oportunidad para tener este bebe, ellos dijeron que de cualquier modo, pero la bruja les antepuso que podría salir con defectos u algo parecido, pero aquella pareja aun así aceptaron, la bruja les hiso un conjuro a ellos.

           Paso el tiempo y nuevamente intentaron tener este bebe estos se tomaron su tiempo, la mujer un día se sintió mareada lo cual la sorprendió y preocupo los cual junto a su pareja fueron al medico al ver le ocurría a ella, el doctor la sito para realizarse unos exámenes. Llego la fecha indicada por el doctor por lo cual ella esta muy emocionada, pensaba que podía estar embarazada y se encontraba muy ansiosa. Luego de realizarle los exámenes  esta tubo que esperar un tiempo para que los resultados de este examen salieran a la luz. Llego el momento de que los exámenes salieran pero esta vez la pareja estaba tranquila ya que si no podían tener bebes es por que dios quiso, se resignaron, el doctor los llama y les entrega los exámenes ambos los abrieron y decía el papel positivo, pero ellos no entendía de este tema por lo cual el doctor le explico que ella estaba embarazada.

            Paso el tiempo y su bebe estaba creciendo  en el interior de ella pero una noche antes de irse a dormir sintió fuertes dolores en su barriga lo cual pensaban que era normal, contracciones, pero como eran tan fuertes esta mujer con su pareja decidieron ir al policlínico de urgencia, le dieron unos calmantes para el dolor y paso la noche en el policlínico por mayor seguridad. Al día siguiente si fueron para su casa y durante toda la mañana y la tarde ella estuvo muy bien, pero llegando la noche volvieron los dolores y nuevamente se dirigieron al policlínico pero esta vez lo enfermeros la mandaron al hospital ya que era muy raro que sucediera esto. Una vez en el hospital le no diagnosticaron nada, no encontraron nada raro asi que solo debía tomar unos calmantes para solucionarlo.

             Pasaron los meses ella seguía teniendo dolores pero se acercaba el dia del parto, faltaba muy poco para tener a esa tan ansiado bebe. Ya al octavo mes ella se sentía preparada para tenerlo así que se fueron al hospital para preparar el parto. Ya en el momento del parto nacía el bebe cuyo nombre seria Astolfo, al nacer el bebe los padres de este se sintieron felices por recibirlo y conformar esta familia con el amor de ambos, una cosa que les llamaba la atención de este bebe era que tenia mucho pelo en el cuerpo pero en si no les importaba ya que solo querían tener este bebe estaban felices.

               Pasaron los años y este bebe creció pero durante este periodo demostró una actitud muy extraña tenia afición por la carne y la sangre cuando esta estaba siendo amamantado por la madre le enterró sus colmillos dejándole fuertes y graves heridas en el cuerpo los padres lo llevaron al siquiatra para ver que es lo que le ocurría. Luego lo mandaron a su casa sin diagnosticar ningún problema. Cuando se hacia de noche el niño Astolfo comenzó a sentir cambios en su cuerpo, le salían pelos en el cuerpo de manera impresionante este comenzó a sentir atracción a la sangre y a la carne, en un mil y un segundo se convirtió en un lobo, se dirigió a conseguir comida fresca, con su olfato rastreo el olor de sus padres, cuando estaba cerca de ellos sin pensar lo que le ocurria comenzó a comerse a sus padres.

           Al día siguiente Astolofo despertó y encontró a sus padres muertos, quedo totalmente sorprendido con lo visto, aun no se daba cuenta que el era quien los había matado, pero después de que vio manchas de sangre en el suelo sospecho de el y se enfureció como loco huyó lo mas lejos que pudo, llego hasta el bosque oscuro, se quedo pensando en lo que había cometido por un largo rato… comenzó a oscurecerse y se dio cuenta de que la luna estaba completa es decir estaba llena, nuevamente comenzó a sentir cambios en su cuerpo hasta transformarse en un verdadero lobo, con la rabia de el salió a cazar mas cuerpos sin darse cuenta aquella noche asesino mas de cincuenta personas del pueblo. Este hombre se había dado cuenta de que se convirtió en un verdadero asesino por lo que realizo un cobijo, un hogar en el bosque, y cada noche de luna llena este se trasformaba en el hombre lobo quien solo mataba a las personas para desaojarse del crimen que había cometido a sus padres.

            Es así como la bruja tubo la razón de que el bebe podía salir con algún problema, en este caso transformándose en lobo.




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